La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alertó sobre el desafiante panorama de rentabilidad para el campo, donde los bajos precios internacionales y los elevados costos locales impactan negativamente.

Para la soja, el principal producto de exportación, la rentabilidad ronda los US$300 por hectárea en campos propios, mientras que en campos alquilados es negativa. Lograr ganancias requiere rendimientos superiores a 45 quintales por hectárea, aunque el promedio en la región núcleo ha sido de 33 quintales en las últimas campañas.

En contraste, el maíz temprano sigue siendo el más rentable, con un margen de US$399 por hectárea en campo propio, mientras que el maíz tardío ofrece un margen menor de US$254.

Comparado con octubre de 2022, la rentabilidad general ha caído, situación agravada por la reciente sequía que afectó al sector. Aunque las condiciones de humedad han permitido el inicio de la siembra de soja en la región núcleo, el avance es modesto, cubriendo solo un 5% de las 5,5 millones de hectáreas proyectadas, y se espera un aumento del 20% en superficie sembrada respecto al ciclo anterior.

Además, la cosecha de trigo avanza lentamente, con un rendimiento promedio de apenas 11,7 quintales por hectárea en el NOA y NEA, lo cual mantiene la estimación de producción en 18,6 millones de toneladas, aunque podría verse afectada en zonas del sur sin lluvias recientes.

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