Con el último dato de inflación público, dando un 8,8% para el mes de abril, y con expectativas por debajo del 6% para el mes de mayo, comenzaron a verse opiniones opositoras mostrando que el modelo económico del Presidente Milei parece funcionar.
Desde principios de año el kirchnerismo intentaba mostrar la fragilidad del gobierno nacional, haciendo bromas entre sus filas más duras sobre si Milei podía tener vida mas allá de semana santa. Sin embargo, tras pasar el acto del 25 de Mayo, donde a pesar de no llevarse a cabo el tan ansiado «Pacto de Mayo», parece irse consolidando el modelo a medida que se conocen nuevas variables económicas mensuales. Es que hoy, la principal y única política es bajar la inflación cueste lo que cueste, amparada por un recorte del gasto público.
«Tengo que preguntarle a Caputo», parece replicarse como única respuesta frente a cualquier idea de gestión del gobierno nacional. Es que Javier solo necesita a su hermana Karina en cuestiones de política, y a su ministro estrella en cuestiones de economía y presupuesto. Los demás, si están, bien, y sino también. Y queda claro en los números cuando se repasan la cantidad de funcionarios que faltan aún nombrar en cargos claves, o la rapidez con la que rotan algunos ya nombrados.
En este rumbo, en la última entrevista del Presidente a Majul, blanqueó lo que muchos ya pensaban que existen varias etapas de su gobierno. Hasta la sanción de la Ley Bases, hay que estabilizar la macro, bajando la inflación. Y acá es donde todos los bloques políticos se encuentran unidos aunque no lo reconozcan en público. Que a los costos los pague Milei. Ya una vez aprobada la Ley debería comenzar la gestión de gobierno, con funcionarios que le den aire al proyecto, pero no sin entender que se trata de una nueva forma de hacer política. No hay que esperar medidas populistas ni programas de reactivación económica cuando en la cabeza del gobierno no se cree en las «fallas del mercado», pero si se pueden sumar funcionarios de peso propio, con la idea de ir realizando sintonía fina en los diferentes ministerios.
Es que a pesar del aumento del dólar de los últimos días, tener una moneda estable, con una inflación a la baja y tasas de interés reales negativas parecen generar buenas expectativas frente a la dura realidad. Queda en el debe, la necesidad de aumentar el salario de los trabajadores, como medida para reactivar la economía real. Y para que esto suceda, es necesario que acomode la estructura de costos de las empresas, con insumos básicos por encima del precio internacional (como la chapa, el acero o el aluminio). Y es acá que según la ideología del gobierno, lo que se espera es una apertura de algunas importaciones, acompañada de baja de impuestos. Ya el presidente anunció en la Sociedad Rural, que próximamente «eliminará las retenciones, el Impuesto PAIS y que levantará el cepo cambiario». Habrá que esperar las próximas semanas con la definición en el Senado en cuanto a la Ley Bases.
Fuente: Consultora ECONGREEN
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