Es innegable la carga de dramatismo que la lluvia imprime en todo lo que toca.
En la escena de Los Puentes de Madison, cuando Meryl Streep lo mira desde el interior de la camioneta a Clint Eastwood parado bajo la lluvia, no hubiera sido lo mismo si él hubiese estado parado al rayo del sol.
De todos modos yo tengo una teoría irrefutable sobre esa escena y te cuento porque.
En el año 91, yo empiezo a jugar en primera división con apenas 17 años. Eso hizo que el Yani, que no es otro que Juan Carlos Gentilcore hiciera como de padrino o algo así. El ya era un jugador con una basta trayectoria, referente de la institución y además vecino. Así que se tomaba el laburo de pasar por mi casa y de llevarme y traerme de los entrenamientos todos los días, cosa que a mi vieja la dejaba tranquila, porque que si a Moquito Dirino se le había ocurrido tirarle con la gomera al foquito de la esquina de Lujan y Meyer, ya no había ni una sola luz desde la estación hasta la puerta del Club.
El Yani tenía Ford modelo 60 y pico, igual a la del marido de Meryl Streep, pero no era roja, si no de color azul. El pasaba por mi, yo subia sin ningún inconveniente y partíamos a la cancha.
Cuando llegamos, los Gentilcore tenían una costumbre y digo los Gentilcore, porque a Pedro lo he visto hacer lo mismo mas de vez, no se bajaban de los autos, se tiraban y a mi me pasaba siempre lo mismo, me encontraba arriba de la camioneta encerrado, porque desde adentro jamás se podía abrir, yo particularmente creo que era una falla que arrastraban todas las Ford de ese modelo. Es por eso que sostengo que Meryl Streep no es que no se quiso bajar, si no que no pudo abrir la puerta. Mirá si lo iba a dejar al Clint, después de esa semana de sacudones?!!
Otro ejemplo del dramatismo que imprime la lluvia, se dio un 9 de julio de 1991 con la Bombonera como escenario y con la voz de Marcelo Araujo diciendo.... si Pico erraaaa, Ñubels es campeón, Picoooo travesaasaneo, Ñubels es el nuevo campeón del fútbol argentino!!!!.
Si bien si la victoria se hubiera dado en el marco de un día soleado hubiese sido igualmente épica, porque que un equipo del interior sea campeón en el mismísimo estadio de Boca Junior no es cosa de todos los días, la lluvia triplicó la hazaña, la agigantó de una forma mayúscula.
Y por último voy a dar un ejemplo que me ocurrió a mi y discúlpenme que me ponga referencial.
En el año 2013 me enamoro perdidamente de una Rosarina. Era una época donde yo entrenaba y pedaleaba muchísimo., entonces me pareció que ir en bici hasta allá, podía ser una desmotración de amor que terminara de converserla, si es que todavía le quedaba alguna duda.
Así que un domingo tipo 9 am arranque, según mis cálculos de entrenamiento para el mediodía debía estar allá.
Entonces fue que cruce San Jerónimo, Roldan y Funes. Entro a Rosario y a unas 20 cuadras de la casa, dos pendejos con un cuchillo Tramontina cada uno, me bajan de la bici y se la llevan junto con las llaves de mi casa, la plata y el teléfono.
No dejándome otra opción que hacer las últimas cuadras caminando.
Seguramente si ese día hubiese estado lloviendo, yo habría llagado a la esquina de Frech y Carcarañá caminado bajo el agua y ella habría corrido a mis brazos a besarme y preguntarme como estaba.
Pero no, ese día fue día de sol radiante, entonces ella se acercó y me dijo..... nooo boludo, como vas venir en bici, era obvio que te la iban a afanar!!!
Por Silvio Maquirriain
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