El número de la inflación de enero se esperaba con una mezcla ya no tanto de expectativa, sino de preocupación, dado que todos los análisis coincidieron en una cifra alta. Se especulaba con un número en el orden del 6 por ciento, lejos de las previsiones del ministro de Economía.
Los más pesimistas planteaban un número mayor al de diciembre, que fue del 5,1 por ciento. La suba abrupta del precio de la carne impulsó la inflación en el primer mes de 2023. El propio secretario de Comercio, Matías Tombolini, había admitido la curva ascendente.
El turismo, la recreación, la estacionalidad y la sequía fueron factores que, coinciden los analistas, se combinaron para impulsar una suba de precios que podría ser un punto más alta que la del último relevamiento.
A esto se suman los aumentos en servicios como las empresas de telefonía móvil y las prepagas. También hay que destacar el aumento del transporte.
En las últimas horas se conoció que la inflación de la Ciudad de Buenos Aires fue del 7,3 por ciento, un número que no parece alentador para la cifra nacional que dará a conocer el Indec.
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