Por Franco Tapia
EL 29 de agosto de 1997 a las 02:14 fue conocido como el día del Juicio Final, el día que las máquinas se revelaron ante el hombre y tomaron el control del mundo…
Así lo cuentan Gale Anne Hurd y William Wisher Jr, coescritores de la famosa saga “Terminador”, interpretada por Arnold Schwarzenegger. Película que se filmara allá por los años 80´, y que en cierta forma sería una gran vaticinadora de nuestra realidad, a saber: sistemas de inteligencia artificial, que tengan el poder de razonamiento de un ser humano, algo jamás imaginado por aquel entonces. Pero como sabemos, más de una vez, la ciencia ficción se vuelve realidad, o más aun, la supera.
Con esto no quiero ser apocalíptico, ni mucho menos, por el contrario quiero demostrar las ventajas de la IA, los posibles problemas reales que pueda conllevar en el futuro laboral, y cómo subirse a este fantástico y frenético mundo.
Para empezar definiremos qué es la IA: en términos simples, la inteligencia artificial, en las ciencias de la computación, es el conjunto de sistemas o combinación de algoritmos, cuyo propósito es crear máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas y pueden mejorar conforme la información que recopilan (fuente: Wikipedia).
Algunos sociólogos aseguran que estamos ante la cuarta revolución industrial, la revolución del conocimiento, del Big Data. Infinita información recopilada y analizada por grandes sistemas algorítmicos que tienen la capacidad de procesar y tomar decisiones por sí mismas. Tal es el caso de la vedette del momento, ChatGPT (una Inteligencia Artificial conversacional, pensada para hacerle peticiones y que nos responda como si fuera un chat, manteniendo conversaciones en lenguaje natural, entendiendo el contexto y generando textos de todo tipo). Pero hoy no quiero detenerme aquí, ya que este nuevo sistema da para escribir un artículo entero. Hoy quiero centrarme, como mencioné antes en la IA, de modo general, y cómo impactar en el futuro Laboral´.
Es el mismo Elon Musk, empresario visionario por excelencia y actualmente la segunda persona más rica del mundo, quien confesara en una entrevista reciente que la IA, puede (casi con seguridad), llevar a un período de readaptación laboral, donde muchos de los trabajos que conocemos actualmente tales como por ejemplo: Servicios de entrega, Trabajadores de fábrica, Guardias de seguridad, Atención al cliente, Analistas de inversión, Programadores de sistemas básicos, entre otros; serán reemplazado rápidamente en los próximos años por sistemas de IA. También augura un periodo de altos índices de desempleo a nivel mundial, del cual los estados deberán ocuparse.
¿Pero… es realmente esto así? ¿Que podemos hacer para no “quedar afuera”?
El mundo laboral tal como lo conocemos, se encuentra en un profundo cambio. Hasta el momento, una persona que ingresaba al sistema laboral, se calculaba que podía cambiar 2 o 3 veces de empleo en su vida. Actualmente, este cálculo asciende a 14 empleos promedio en la vida de un joven que recién ingresa al sistema.
Esto se debe particularmente a horizontalidad con las que las Start Up (empresa de nueva creación que, gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías, tiene grandes posibilidades de crecimiento) poseen, a diferencia de la Verticalidad burocrática de las antiguas grandes corporaciones. Y también a la flexibilización laboral que se viene dando a lo largo y a lo ancho del globo terráqueo.
Esta horizontalidad genera igualdad, siempre y cuando estés dispuesto a progresar. Hasta hace apenas unos años, una persona para conseguir un empleo de categoría media-alta, por lo general tenía que lograr obtener un título de grado, y por diversos motivos, no todos podían alcanzar tal objetivo. La información se encontraba solo en las bibliotecas.
Hoy en día, con un dispositivo móvil y conexión a internet, las personas están a un click de una información infinita, de cursos de Programación, informática, IA y robótica y un sinnúmero derivadas de las mismas.
Por supuesto, existen grande detractores de la IA, sobre todos sindicalistas y políticos que se benefician de los negociados “non sanctos”, que implica seguir manteniendo trabajo de precariedad y repetición, y no ayudan a las personas a reincorporarse a un puesto calificado, y por ende mejor pago.
Pero, a pesar de ello, como hemos visto en las anteriores revoluciones industriales, los cambios siempre terminaron por generar mejores condiciones, evolución, y realización de las personas. Esto es algo que empíricamente podemos corroborar viendo por ejemplo el índice de personas que estaban bajo la línea de la pobreza antes de la primera revolución industrial y de las que se encuentran hoy.
Por eso, y para ir concluyendo, cómo especialista en materia laboral, recomiendo y pongo mucho énfasis en que todos, no solo los jóvenes, nos hagamos amigos de la IA, utilicemos esta herramienta para vivir mejor, y para aprender todos los días un poco más.
Parafraseando a John Maxwell, "podemos estar seguros que el cambio es inevitable, pero el crecimiento es opcional"
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