El rosarino Diego Giuliano terminó de recorrer los kilómetros finales y llega a lo más alto del ministerio de Transporte de la Nación. Una estación con recursos multimillonarios y que le permite armar una formación para dirigirla hacia un viejo objetivo suyo: la Intendencia de Rosario.
Desde el entorno de quien era hasta hoy el número dos de Transporte habían dicho este martes a La Capital que Sergio Massa propuso a Alberto Fernández el nombre Giuliano como reemplazante de Alexis Guerrera, quien deja el cargo por un problema de salud.
Tras la confirmación de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, resta saber cuándo asumirá Giuliano, quien escaló de manera vertiginosa en una estructura que el ministro de Economía alambró y defiende con recelo.
El abogado y docente rosarino de 57 años recaló en 2020 como subdirector de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y con la muerte en abril de 2021 del ministro Mario Meoni ascendió a secretario de Transporte.
“Diego gestiona, tiene conocimiento de derecho administrativo y se ha sabido manejar políticamente. Su lugar natural es este, un peronismo de centro”, dice una persona que trabajó con él.
Giuliano empezó su carrera política sobre el cierre de la segunda administración de Carlos Reutemann, en 2002, como delegado del Ministerio de Gobierno. Después fue secretario de la Cámara de Diputados y el Senado provincial y en 2009 fue elegido concejal con la boleta del ex piloto de Fórmula Uno, en una campaña en la que su caballito de batalla fue “la GUM a la comisaría”.
En 2013 fue reelecto como concejal. Sin embargo, tras una alianza fallida con el PRO que tenía a Miguel Del Sel y a Anita Martínez como principales figuras, Giuliano aterrizó en el Frente Renovador. En 2017, con la fuerza del ex intendente de Tigre ya en declive, compitió por una banca en Diputados y no la consiguió.
Recorrido
Luego de un brevísimo paso por el gobierno de Omar Perotti —ocupó durante entre diciembre de 2019 y enero de 2020 la subsecretaría de Innovación Institucional y Política, un puesto de tercer orden— Giuliano observará el tablero político de 2023 desde un lugar completamente diferente.
Con un presupuesto billonario en Transporte para 2023 —el proyecto original contemplaba recursos por 1.160.461 millones de pesos, a los que se sumaron 18.946 millones en Diputados— a Giuliano se le abren dos opciones.
La menos probable es ir por la Gobernación. Eso requeriría un acuerdo macro entre Massa, Perotti, el sector de Marcelo Lewandowski —quien tiene mejores números hoy— y otras tribus del peronismo santafesino.
En este marco, la posibilidad más concreta es pelear por la intendencia. La posibilidad concreta de que el peronismo recupere la ciudad después de cincuenta años y los fierros de un ministerio desde donde puede desplegar política hacia la ciudad —como la implementación de la tarjeta Sube— la vuelven la alternativa más tentadora.
Con la visibilidad que otorga la gestión, Giuliano se convertirá en un jugador importante del paño panperonista, donde se anotan Roberto Sukerman y, desde afuera del dispositivo del PJ tradicional, Juan Monteverde y Ciudad Futura.
Una curiosidad: en su campaña para intendente de 2011 el slogan de Giuliano fue “La fuerza de la esperanza”. La misma consiga que adoptó Cristina para tratar de ordenar e inyectar mística a un peronismo que no quiere descarrilar en el sinuoso camino hacia 2023.
Fuente: Diario La Capital
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