Hace apenas minutos un desconocido, que en principio sería ciudadano brasileño, apuntó con un arma corta a Cristina Fernández en la puerta de su casa.
Más allá de la circunstancia puntual de los hechos, que deberán ser aclarados por la justicia sin dilación alguna, el resto de los ciudadanos necesariamente debemos tratar de internalizar que la grieta debe terminar.
No podemos seguir tirándonos con lo que tenemos a mano por nuestros gustos políticos, los argentinos no podemos seguir siendo barrabravas de equipos que juegan un deporte del que muchas veces no llegamos a comprender más que los rudimentos básicos.
Este suceso, realmente, debe ser un punto de no retorno, los setentas son una muestra palpable de lo poco que hace falta para que todo estalle por los aires, y de lo extremadamente oneroso que ese tipo de circunstancias es en sangre, sobre todo, de los más jóvenes.
BASTA, suficiente, somos todos una misma cosa, todos aspiramos al mismo objetivo, los caminos son diversos, pero van en el mismo sentido, bajemos un cambio, el abismo no puede ser nunca una alternativa.
Cuanto peor, jamás es mejor.
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