En una jornada marcada por la indignación y la frustración, se llevó adelante la manifestación convocada por vecinos frente a las oficinas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Decenas de personas se congregaron para expresar su creciente descontento con el servicio y las elevadas facturas, exigiendo respuestas inmediatas y soluciones concretas.

La tensión fue palpable desde el comienzo, con discusiones que subieron de tono y muestras de ira por parte de los vecinos, quienes no ocultaron su hartazgo ante lo que consideran un servicio deficiente y costos cada vez más desproporcionados. La manifestación se desarrolló con relativa calma y sin incidentes mayores.

Las autoridades de la EPE decidieron salir a enfrentar las críticas, en un intento de apaciguar los ánimos. Sin embargo, las respuestas ofrecidas no convencieron a los manifestantes, que catalogaron las palabras de los representantes como promesas vacías y falta de compromiso real.

La disconformidad generalizada llevó a los manifestantes a plantear la posibilidad de una nueva marcha en los próximos días, esta vez con una convocatoria aún mayor y la intención de hacer oír sus voces con más fuerza. Según algunos vecinos, esta sería la última advertencia antes de tomar medidas más contundentes.

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