Carcaraña

QUE PERSONAJE

Fui a cargar combustible y termine charlando con Victor Luna de una bici que le compré a Marlito Mercado, Victor es hermano de Coquito que junto con Taia y Tiembre fueron de los primeros rockers de Carcañana. Timbre es el hijo de Victor Echenique, que fue profe de basket, empleado bancario y compañero en el Nación del Flaco Spinelli, que había ido de viaje de estudio con mi viejo a Mar del Plata. Cuidad en la que Orlando Hermann tuvo ipo por mas de una semana y en la que el Enzo, hizo un gol de chilena ante la selección de Polonia que quedó para la posteridad. Después de ese partido aparecieron un montón de Enzos, como cuando veiamos una novela y posteriormente nacían un montón de Fiamas, de Topacios y de Grecias. A mi me encantaba mirar novelas con mi abuela y tomar el Nesquit con scones de limón, que elaboramos con limones que sacábamos de la planta de Susqui Mielejcuk, que era vecino de ella y fana de Campaña, pero después anda saber por que se hizo de Cremeria. Club que tiene un bar en la esquina frente a la plaza, lugar en el que con Caco nos metimos abajo del Duna del Perro Mignaco con la DR 650 y donde suelen tomar el café Mame Gobernatori, la Vaca, Fabito y Fito Fromensi. Si, el mismo Fito que es hermano de Tete Fromensi, que cuando íbamos a la primaria se estaba por agarrar a las piñas con Gustavo Casaretto y le dijo que lo aguante un toque que se tenia que ir a cortar el pelo a lo de Daniel.
Daniel no era otro que el peluquero Urraco, que tenía el atelier adentro de la galería Prinsi y más tarde en los locales de Mario Zabaleta. Era el papá de Fabri, que en la final que Campaña ganó en cancha de Defensaores, quiso robarse la pelota del partido, pero cuando se agacho para agarrarla, le envocaron una patada en el balero y termino internado en la clínica de Esnaola.
Clínica que para mi esta mal ubicada, a lo mejor cuando la hicieron estaba bien, pero después no, porque cuando Clavo de Techo dejó Rosario para vivir en la esquina de Semino y Río Dulce, ya no tuvo mas razón de ser.
Me resulta sumamente injusto e inaceptable, que en la esquina frente a donde vivía Clavo, haya una clínica y no un bar.

Por SIlvio Maquirriain.

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