Por Nicolás Fossato para Carca2
Se acercan días claves de negociaciones políticas en los diferentes frentes, y dentro peronismo tradicional se ilusionan con un Sergio Massa candidato a presidente. Sin embargo, la realidad de la gestión del actual ministro pareciera indicar que está remando en una economía que se hunde. El esfuerzo que están haciendo los argentinos es gigantesco frente a un ajuste cada vez mayor, y aun así el índice de inflación no logra adaptarse a las expectativas que se tenían para este año. La sequía, el faltante de dólares para importar, y los conflictos sectoriales fueron generando que no solo no pueda hacer descender la tasa de inflación mensual, sino que además la economía comience a enfriarse por demás.
Primeramente, se conoció el dato de la inflación para el mes de enero, en donde rondó un 6% acumulando una variación interanual del 98,8%. El reajuste de las tarifas de los servicios públicos y afines como el agua, la electricidad, el cable o las comunicaciones impulsaron al alza el índice de enero. Sumado a los rubros de alimentos y bebidas, fueron los que estuvieron por encima de la media del mes de enero. Si, además contabilizamos que el rubro Prendas de vestir y calzado supera el 120% interanual, claramente el peso de la canasta básica es cada vez mayor sobre los estratos más bajos.
Por su parte, el estimador mensual de actividad económica para el mes de diciembre fue del -1%, acumulando cuatros meses consecutivos de caída. Según el INDEC, dentro del índice de actividad (EMAE), el sector agrícola ganadero sufrió una descenso del 18% interanual en diciembre. Muy por debajo de ese número, pero también con números negativos se registran la industria manufacturera (-2,1%), la construcción (-1,7%) y el comercio minorista como mayorista (-1,1%). Del otro lado de la balanza, los sectores que más crecieron fueron el de pesca (15,5%) y el de hoteles y restaurantes (10,8%).
Específicamente en el sector industrial, según FISFE, en Santa Fe se registró diciembre de 2022 una caída en la producción del 3,4% interanual. Desde julio del año pasado, se viene observando una desaceleración de la actividad afectada por los inconvenientes en el abastecimiento de insumos importados para la producción (ej Muebles y colchones), y por la menor demanda de sectores ligados a la producción agrícola (Carrocerías-Remolques, molienda o la Industria siderúrgica) que se encuentra impactada por factores climáticos adversos.
Finalmente, de acuerdo al último relevamiento de expectativas que realiza INDEC solo el 26,4% de las empresas industriales en nuestro país espera un incremento de la demanda interna para el primer trimestre de 2023, mientras que apenas el 23,6% vaticina un incremento de las importaciones de insumos utilizados en el proceso productivo.